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Cómo Alcanzar Objetivos: Más Allá del Esfuerzo


Muchas veces nos han dicho que querer es poder. Que, con que
te esfuerces lo suficiente, lo lograras. Bueno, lamento contarles que no
es tan así. La psicología positiva mal aplicada vende ese lema y
termina siendo una tortura, una presión para mucha gente. En
innumerables ocasiones por más que nos esforcemos no logramos lo
que deseamos.


Es cierto que la voluntad y la disciplina nos ayudan a alcanzar
numerables objetivos. Sin embargo, alcanzar los objetivos no
depende exclusivamente de la voluntad. Hay muchos componentes.
Existen muchas variables que son totalmente independientes de nosotros.
No podemos influir en ellas, por más voluntad que le pongamos.

Cómo lograr nuestros objetivos


Entonces la pregunta es cómo sí lograr nuestros objetivos. en
primer lugar, definirlo. Nos tenemos que plantear un objetivo
alcanzable y que sea medible. Si yo me planteo como objetivo “ser
feliz”, es algo vago y amplio. Nunca sé cuándo lo voy a lograr.
Entonces primero, debo definir “ser feliz” para mí, y, posteriormente,
tengo que establecer la medida. Cómo voy a saber que soy feliz, qué
va a pasar en mi vida diaria cuando sea feliz. En ese momento si tendré
un objetivo medible.


En seguida debo monitorear el proceso. En la situación planteada
debería establecer qué voy a hacer para lograr ese objetivo. También debo ir
evaluando si lo estoy haciendo. Volviendo al ejemplo, si para mí “estar
feliz” implica tener más amistades, primero debo verificar qué estoy
haciendo. Necesito implementar acciones para abrir mi círculo social.


Después sí, en tercer lugar, entra en juego la voluntad. Aristóteles
decía, o al menos eso me contaron a mí, que el ser humano tiende al
bien. Si la voluntad se convence de que algo es un bien para esa persona, va hacia allá. Todo el organismo se pone en campaña para
lograr ese objetivo.


Ciertamente, hay mucho que queda involcrado cuando hablamos
de voluntad. La voluntad implica autocontrol, disciplina y madurez.
Esencialmente la voluntad nos ayuda a resistir las gratificaciones
inmediatas en función de ese objetivo. Además, la voluntad nos impulsa
a postergar las gratificaciones en función de aquella que obtendremos
cuando alcancemos el objetivo. Por ende, la capacidad de postergar la
gratificación es esencial para alcanzar ciertos objetivos.

Querer no es poder


Luego, establecer la motivación por la cual deseas alcanzar ese
objetivo. Cada uno de nosotros tiene sus propias motivaciones que son
intransferibles. Pues bien, parte del secreto de alcanzar el objetivo es
identificar nuestra motivación,


Ahora, entre el deseo y la consumación del deseo hay una
distancia que, a veces, es insalvable. Debemos saber que no somos
superpoderosos, que nuestro poder es limitado y hay mucho que
simplemente no depende de nosotros. El proceso de maduración nos
educa en ello,


El desear es un motor que nos motiva, nos impulsa. A su vez, el
tolerar el error nos hace crecer. Allí entra en juego nuestro grado de
tolerancia a la frustración. No podemos evitar la frustración cuando no
alcanzamos lo que deseamos.


Para terminar, podemos decir que desear es parte esencial de la
vida ya que nos motiva. Pero para alcanzar un objetivo, hay que
formularlo de manera adecuada. También es importante plantearlo con la mayor objetividad
posible. Debemos monitorearlo según parámetros claros y concisos. Finalmente,
ponerse en marcha para lograrlo.


El camino depende de nosotros, el resultado ya se nos escapa de
las manos.

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