Saltar al contenido.

Cómo encontrar calma en tiempos de ansiedad

Hay momentos en los cuales es muy difícil no sentirse sobrepasado. Para muchos de nosotros el mundo nunca ha sido tan inestable. Pareciera que todos los días aparece una nueva preocupación, que altera nuestro equilibrio y requiere una nueva adaptación. En medio de toda esta movilización exterior e interior, algunos de nosotros buscamos calma.

No podemos parar la tormenta, pero si como nos paramos en ella. Cómo la transitamos. Buscar Paz, calma, es un ejercicio que requiere que nos focalicemos en el aquí y ahora. Algo que resulta difícil en un mundo que pareciera que nos solicita que estemos atentos y alertas.

¿Cómo lograrlo? Aquí algunas sugerencias

1. Reflexionar en *qué le da sentido a tu vida*. Sabemos que la llave de la felicidad radica en buscar un sentido a nuestra vida. La ansiedad se calma cuando focalizamos en ello y nos movilizamos en función de ese sentido, intentando darle lugar en nuestro hoy.

2. Saber que cuando estamos ansiosos, nos ponemos defensivos. Nos sentimos atacados y empezamos a funcionar en *modo reactivo*. El problema con este modo es que está más que nada vinculado con nuestro modelo infantil de adaptación y no condice ni nos sirve en el aquí y ahora. Si bien nuestra reacción es una respuesta al presente suele ser desproporcionada e inadecuada al estímulo.

3. Identificar tus *disparadores de ansiedad y los efectos en tu organismo*. Tratar de neutralizarlos.

La ansiedad aparece en los peores momentos haciendo que tomemos malas decisiones. La ansiedad se siente en el cuerpo. Altera nuestra respiración, nuestra digestión, nuestro equilibrio. Luego son tales las sensaciones corporales que nos asustamos e incluso nos podemos sentir ansiosos por estar ansiosos.

Desarrollar la resiliencia

Para desarrollar la resiliencia, necesaria para enfrentar adecuadamente las adversidades del mundo adulto, la salida reside en calmarnos y liberarnos de estos comportamientos infantiles. El ser resilientes significa aprender a conocer nuestras defensas y descubrir cómo, paradójicamente, a veces nos terminan limitando. 

Necesitás reveer tus reacciones y preguntarte a qué se debe que hayas reaccionado de ese modo. ¿Tienen qué ver con lo que me pasa hoy o estoy reaccionando en función de un trauma infantil? No para juzgarte sino para sentir compasión con vos mismo y comprender que, si le encontrás el significado, lo podrás cambiar.

Recordar que lo que peor que podés hacer es perder la calma. Pues mantenerla nos permite ver las posibilidades en medio de la neblina. Además, la calma te permitirá desarrollar nuevas capacidades y habilidades. En momentos de dificultad, debés *confiar siempre en tu capacidad para salir de ellos*. Será amor propio o que las dificultades ya vividas te forjaron y te mostraron que tenés herramientas para atravesar desafíos. Es lo que se llama ser resiliente.

¿Parece imposible? No lo es. Sólo se trata de prepararte para esos momentos difíciles y, si ya los pasaste, reflexionar sobre cómo queremos enfrentarlos la próxima vez. 

Llegar a conocerte en este sentido profundo que te propongo te llevará a tener más claro qué es lo que realmente te importa y eso te permitirá alcanzar la calma aún en medio de tiempos turbulentos.Intentalo y veras.!.

ResponderReenviarAñadir reacción

Deja un comentario

Traducir