
Para muchas personas, la llegada las fiestas no trae consigo paz o alegría, sino altos niveles elevados de ansiedad. Algunos se sienten mal por otras razones. No es por la discrepancia entre la realidad individual y las exigencias sociales percibidas como mandatos absolutos.
La Tiranía de los «Debería»

El núcleo del sufrimiento en estas fechas reside en las creencias irracionales de tipo normativo. La sociedad impone de múltiples modos una serie de «debería»: debería estar feliz, debería estar en familia, debería ser generoso. Cuando la situación personal (duelos, dificultades económicas o conflictos familiares) no se alinea con este ideal, surge una disonancia cognitiva. Esta disonancia provoca culpa y frustración.
La Presión de las Redes: El Sesgo de Comparación Social
Las redes sociales actúan hoy como un amplificador de la distorsión de comparación social. Al observar las «vidas editadas» de los demás, el cerebro tiende a realizar comparaciones ascendentes. Percibimos que los otros poseen una armonía y abundancia. Esa armonía y abundancia es algo que a nosotros nos falta.

Esta exposición constante refuerza esquemas de auto desvalorización. Es fundamental recordar que lo que vemos en redes es un recorte sesgado. No es una representación válida de la realidad clínica o emocional de las personas.
El Consumismo como Refuerzo Negativo
El mercado utiliza el condicionamiento para asociar el afecto con el consumo. Muchas personas caen en conductas de compra impulsiva. Lo hacen como una forma de evitación experiencial. Intentan aliviar el vacío o la presión social mediante el refuerzo inmediato de la compra.
Estrategias de Afrontamiento

Para transitar este período con mayor salud mental aquí propongo algunas herramientas
- Cuestionar los Mandatos: Desafiar la idea de que la felicidad es una obligación estacional. Es válido experimentar neutralidad o tristeza en diciembre.
- Establecer Límites Asertivos: Practicar el asertividad para decir «no» a eventos sociales o gastos que comprometan el equilibrio emocional.
- Desconexión Digital: Reducir el tiempo en redes para mitigar el sesgo de comparación.
- Enfoque en Valores, no en Metas Comerciales: Reorientar la conducta hacia lo que realmente importa. Concentra la atención en lo que es valioso más allá de la presión externa.
