Saltar al contenido.

Impacto de la COVID-19 en Adultos Mayores Activos

Adultos mayores activos en COVID ?

Una de las poblaciones más afectadas en esta pandemia es el grupo que llamaría «los adultos mayores activos». Su correlativo aislamiento social también los ha afectado. No me refiero a los ancianos, que también sufrieron mucho, y merecen un capítulo aparte. Me refiero a los adultos que están en pleno ejercicio de sus capacidades físicas y mentales. Estos adultos se sintieron señalados como frágiles. También se sintieron incapaces de cuidarse por sí mismos. En el afán de cuidarlos, se los estigmatizó como viejos. Quedaron encerrados en una trampa de la cual a muchos les ha costado salir.

Dentro de lo poco que se sabe de este famoso virus, sabemos que algunas personas son más vulnerables. Las personas con comorbilidades, enfermedades autoinmunes, obesidad y diabetes son más sensibles. Los adultos mayores también son más sensibles. Su organismo tiene mayor dificultad para reponerse de los efectos del COVID. Se sabe que el índice de muerte es esa franja etaria es mayor. Se sabe que después de los 75 el sistema autoinmune es debilit

Cuarentenas…Medida preventiva

Ante este hecho real, se los invito a que se quedaran en casa. Estas medidas preventivas destinadas a proteger a los adultos mayores son importantes y valiosas. Sin embargo, han tenido y aún tienen muchos efectos secundarios. Producen consecuencias a corto y largo plazo en su salud mental. Esto ocurre a un nivel que aún no terminamos de dimensionar. Las razones eran válidas, prevenir el contagio, no enfermarse y evitar la muerte.

Este grupo se compone de gente por encima de los 70 años. Tenía una cierta actividad laboral y una interacción social entretenida. Viajaban y desarrollaban actividad física. De pronto, se vieron encerrados y aislados. Como consecuencia, su deterioro fue muy notable. Sus capacidades físicas se vieron afectadas y los niveles de ansiedad se dispararon. El confinamiento generó un cambio enorme en su vida. Como es esperable, la capacidad del adulto mayor de adaptarse a los cambios no fue nada fácil. La flexibilidad requerida ante los mismos tampoco lo fue.

Por falta de ocupaciones laborales muchos reportaban fatiga cognitiva, alteraciones en la atención y la memoria. La falta de ejercicio y actividades fuera de casa debilitó sus músculos disminuyendo sus habilidades físicas. El encierro alteró también sus rutinas alimentarias generando sobrepeso. La falta de interacción social provocó estados de ánimo mixtos deprimidos y ansiosos. Fue un combo explosivo. Disminuyó las defensas de su sistema inmunológico. Esto los dejó mucho más vulnerables y desde luego más expuestos a cualquier virus.

Poblacion vulnerble

Los adultos mayores tuvieron que “aggiornarse” para mantenerse en contacto con otros. Fue diferente al segmento de la población que está más familiarizado y eficientemente equipado con herramientas y servicios de internet. Los mayores hicieron esto para pasar las horas y dar batalla a la soledad. Gran efecto del aislamiento social. Esta población es la más vulnerable y de mayor riesgo. La falta de habilidad no hizo más que complicar aún más el panorama.

Los medios de comunicación repetían continuamente que los adultos mayores eran la población más vulnerable. Tenían mayor tasa de mortalidad. Esto también promovió y aún promueve cierto nivel de paranoia. Son ellos quienes más consumen este tipo de noticias. Las personas en sus casis tuvieron sobredosis de noticieros que fomento el miedo.

Sugerrencias para amortiguar el impacto

Para intentar amortiguar o disminuir los efectos secundarios de la pandemia, los gobiernos deben utilizar la medida preventiva de la cuarentena. Deben hacerlo con mucha cautela y discreción. Es importante que la cuarentena sea lo más acotada posible. La duración es clave. Su extensión, por pequeña que sea, exacerba la sensación de frustración o desmoralización en las personas que la vivencian. Personalmente considero que aún no terminamos de dimensionar los efectos secundarios en este grupo.

Desde lo individual, el adulto debe tratar de mantener una rutina. Esta rutina debe ser lo más parecida a la de su vida pre pandemia. Respetar los horarios de sueno, de comidas y aun en el encierro buscar alguna actividad fisica para mover el cuerpo.Es fundamental tratar de mantenerse concectado a traves de los mecanismos que le sean de mayor utilidad. Controlar la cantidad de información que se consume a través de los medios de comunicación es esencial. Esto ayuda a evitar promover los miedos y las ansiedades propias de estos tiempos.

Efecto secundarios…

Desconocemos aún el alcance de la pandemia en la salud mental de los adultos mayores activos. Tampoco conocemos el impacto que aún tendrá. Sabemos que varía dependiendo del nivel cultural y las posibilidades económicas..Sabemos también que depende mucho de cómo ese adulto tolera el proceso de envejecer y los límites que traen aparejados. ,La empatía y el acompañar respetando su ansiada autonomía ,es clave para que el impacto sea menor.

Deja un comentario

Traducir