“Contención en enfermedades crónicas :niño, familia y médico tratante”
Resiliencia. Definición. Cualidades de la persona resiliente. ¿Se nace o se hace? Como adquirirla
Lic Ines Estrada Vigil

Empezaremos por definir resiliencia para saber de qué estamos hablando, ya que es una palabra que hoy en día está en boca de todos. Resiliencia es un término que ha sido traspolado de la física, de ahí es que se habla de resiliencia cuando nos referimos a la resistencia que ofrece un cuerpo a la rotura por golpe.
En psicología, el término resiliencia fue acunado por Borris Cyrlunik, quien lo hizo famoso en su best seller “Los patitos feos”. A partir de allí se pasó a utilizar dicho término como la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límites y sobreponerse de ellas. La psicología positiva agregó que, no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar situaciones potencialmente traumáticas, sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.
Cualidades de las personas resilientes

Hay algunas cualidades propias de las personas resilientes. Ellas tienden a ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, a utilizar el humor como una herramienta para afrontar la adversidad y, fundamentalmente, tienen la habilidad de saber pedir y buscar ayuda.
Nuestra capacidad de resiliencia es lo que nos permite reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. Nuestra resiliencia es la que nos permite acomodarnos a las situaciones que nos toquen vivir. Cambiar el rumbo si es necesario. Adaptarnos a lo que se nos presenta y transitar la situación con el menor daño emocional posible.
Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesaria para continuar adelante. Enfrentar la enfermedad de un hijo es una de ellas. En esas situaciones límites es donde el ser humano tiene la capacidad de recurrir a esta herramienta llamada resiliencia.

Cuando un niño tiene que enfrentar una patología renal empieza un largo camino. Desde el diagnóstico de una enfermedad crónica hasta que se indica el tratamiento de diálisis y/o se plantea la necesidad de un trasplante pasan muchos días, incluso años. Es allí, en ese período, en el que es esencial acompañar al niño y a su familia y fortalecer todos sus recursos para habilitar la resiliencia.
Cuando un niño se enfrenta a una enfermedad nos encontramos con un familiar, grupo familiar o tutor, enfrentando la enfermedad en simultáneo. Acompañar a un niño enfermo genera sentimientos encontrados. Si es genético, aparecen los sentimientos de rabia o de culpa, según de qué lado vino la predisposición genética. Si la condición apareció después, ansiedades varias…
Se nace o se hace resiliente .

Sabemos que la resiliencia no es una cualidad innata, no hay registro de que esté impresa en nuestros genes. No es algo con lo que se nace, es una habilidad que se hace, que se desarrolla a lo largo de nuestra experiencia vital.
Por lo tanto, la resiliencia es algo que todos podemos desarrollar y no tiene una fecha de vencimiento para iniciarse. Además, se desarrolla a lo largo de nuestras vidas. Se educa en la resiliencia. La resiliencia se refuerza y la resiliencia se recarga.
Decimos que la resiliencia se educa porque vemos que hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano, un modelo de resiliencia y estos han sido capaces de trasmitirle esa habilidad a sus descendientes.
Por otro lado decimos que la resiliencia se refuerza porque, cuando observamos que vamos logrando transitar dificultades de modo saludable, con el menor daño emocional posible, nos sentimos fortalecidos y eso nos enorgullece, lo que retroalimenta y, por lo tanto, aumenta nuestro umbral de resiliencia.
Finalmente, decimos que se recarga porque no siempre tenemos la misma cantidad. La resiliencia es como un tanque de nafta, se vacía cuando estamos expuestos durante períodos muy largos al estresor. Lo bueno es que se recarga. En esos casos es necesario tomar un poco de conciencia de nuestro cansancio, conocer qué cosas nos permiten recargarla y hacerlo para continuar.
Cabe aclarar que algunas personas se han hecho resilientes sin patrones familiares que los ayudaran. Alguno tal vez, tuvo algún tutor, amigo, maestro o pareja que lo condujo en el camino y eso colaboró. Es lo que Borris Cyrlunik llama “tutor de resiliencia”. En este sentido considero que los profesionales tratantes pueden funcionar como tutores de resiliencia para el niño y su familia en el transcurso de un tratamiento de una enfermedad crónica.
Educar en la resiliencia no implica evitar que caigan sino enseñarles a levantarse. Ensenarles a ver que han aprendido de esa caída y a distinguir qué podemos hacer distinto la próxima vez. No se trata de negar las emociones, sino de trasmitirles, desde la empatía hacia sus sentimientos y su mundo emocional, confianza en que ellos pueden afrontar la adversidad. Aunque sea difícil, si queremos educarlos en la resiliencia, no debemos sobreprotegerlos. Será clave para ello construir un apego seguro y educarlos en la capacidad de tolerar la frustración.
Teniendo en consideración que la resiliencia psíquica es el resultado de múltiples procesos que contrarrestan las situaciones nocivas, se trata de una dinámica en la cual se podrían señalar las siguientes etapas: el equilibrio que enfrenta a la tensión, el compromiso y el desafío, la superación, la significación y valoración, la positividad de sí mismo, la responsabilización, la creatividad y el humor.
Una variable muy importante para tener en cuenta ante una situación crítica es lo que los psicólogos llamamos “la explicación que nos damos de los hechos que nos suceden”. Estas explicaciones varían poco de una persona a otra y tienen un efecto directo en cómo reaccionan ante este estresor. Es justamente, en función de esa explicación, forjada a lo largo de nuestra historia, condicionada por nuestra cultura, creencia u otros factores, como la empatía hacia sus sentimientos y mundo emocional, que encararemos la situación límite a la que nos estamos enfrentando de tal o cual modo.
La resiliencia será una herramienta clave para que el niño y su familia transiten todo el proceso ante una enfermedad crónica. La resiliencia les ayudará a transitar esta situación límite con el menor costo emocional.
Fomentar y retroalimentar la resiliencia del niño y del grupo colaborará en el proceso dado por el acto médico. Para lograr colaborar en dicho proceso, debemos tener en cuenta la etapa evolutiva en la que se encuentra el niño a ser trasplantado, su nivel madurativo, su registro y conciencia de lo que está sucediendo. Para promover la resiliencia en un niño es fundamental una evaluación psicológica para conocer sus recursos y fomentar los mismos.
La familia del niño con una enfermedad crónica tendrá un rol esencial. El dolor, el temor y la ansiedad que va a vivir una familia ante un niño en situación de riesgo es inevitable. No tenemos la capacidad de controlar el dolor ante la situación extrema, pero sí tenemos la capacidad de colaborar en el modo de actuar ante el mismo. A eso nos referimos cuando mencionamos fomentar la resiliencia en el entorno del niño.
Referencias Bibliográficas
- Los patitos feos. Borris Cyrulnik
- El Amor que nos cura Boris Cyrulnik.
- Tutores de resiliencia. Dame un punto de apoyo y moveré MI mundo José Luis Rubio .Gema Puig Editorial: Gedisa Año: 2015
Editores científicos
Dra. Leticia Florentín de Merech,Dr. Jorge Ferraris.Dr. Jorge Flores
Editorial EFACIN 2021